El origen del Conflicto del Atlántico Sur sigue siendo objeto de debates y las principales ópticas existentes son sistematizables en dos grandes posturas. La primera considera que el conflicto respondió principalmente a causas inherentes al sistema político vigente en ese entonces en nuestro país, mientras la segunda lo ubica dentro del sistema político internacional existente en ese momento, entendiendo que pueden haber existido causas cuya génesis se encuentra fuera de nuestro país.
Tras considerar que la primer postura incurre en una simplificación histórica al justificar un conflicto entre dos naciones, a partir de intereses de política interna únicamente, el autor explorar la segunda línea de pensamiento y demuestra la importancia estratégica del Atlántico Sur y las Islas Malvinas dentro del puja Este-Oeste, así como la conveniencia para los EEUU y la OTAN de instalar en las mismas un dispositivo militar.
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